El Poeta de Café
por Armando Espinoza [Director Editorial & Creativo de Cávea]
Ah... es aquel jocoso individuo que gusta de beber esa deliciosa infusión del grano de café. Curioso es su vestir, más llamativo es su forma de comportarse en el típico establecimiento con aroma a cigarro, café tostado y egocentrismo.
Nadie sabe más de cultura, arte, café o tabaco que él o ella... bueno, por aquello de la equidad de género, ella o él. Demográficamente su edad ha pasado los 40 años, tiende a usar barba en cualquiera de sus versiones o bigote "coquetón", de esos al estilo de Mauricio Garcés, pero descuidado.
Prefiere los puros de San Andrés a un buen Cohiba cubanon chico! Hablando de su ajuar, tiende a usar ropa de "explorador" combinando la guayabera con sombrero de paja estilo "Fedora", de esos que Jason Mraz puso tanto de moda que hasta los hacen de colores.
Sus pláticas incluyen, pero no se limitan a, cuando alguna vez conoció a algún rector de cualquier universidad ya sea patito, pública o de harto billete en la colegiatura. Cuando escribió algún libro independientemente si fue publicado o solamente se quedó en borrador o dummie. Gusta de hablar de política presumiendo su supuesto fanatismo a la izquierda. Critica cualquier forma de gobierno de cualquier índole, solamente por estar con contra. En cuanto a cine, le gustan las películas de directores con apellidos y países impronunciables. Lo mismo de la música, presume de poder mencionar, con un mal alemán, a Mozart y Bach; aunque el primero fue Austriaco.
Prefiere el café americano, osease negro. Es una celebridad para los meseros, o al menos eso crée ella o él. A la hora de pagar la cuenta, su conocimiento y soberbia no se traduce en la esplendidez de la propina. Inclusive, cree que es merecedora(or) de café gratis e ilimitado.
Para las/los más gadgeteros (estos son raros) el que el café no tenga wifi gratuito es una gran ofensa para su ipad y para ella/él. Cómo "tuiteará" donde esta y qué hace?. Ésta es una versión nueva y completamente inofensiva que no proliferará.
Al final del día, y en la soledad de su casa, el poeta de café es una especie que solamente sobrevive en el café, donde sus éxitos son reconocidos y celebrados envidiosamente y donde sus defectos son criticados con celeridad pero en secreto.
