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martes, 10 de enero de 2012

Anatomía de la melancolía


Anatomía de la melancolía, de Carlos Apango
Meditaciones plásticas sobre la melancolía
en la galería del Área de Artes UV

Piezas de Anatomía de la melancolía: Carlos Apango



Juan Carlos Plata

Basada en la obra homónima del escritor inglés  Robert Burton, la muestra plástica Anatomía de la melancolía de Carlos Apango pretende ser, más que una representación, una serie de meditaciones sobre ésta y sobre los procesos de “sanación” propuestos en la Edad Media.
         A partir del jueves 12 de enero y hasta el 2 de marzo, esta serie de 11 imágenes –en formatos que van 20 por 30 centímetros hasta el 1.90 por .90 metros y cuyo proceso de creación duró alrededor de seis meses- podrá ser apreciada en el espacio-galería de la Dirección General del Área Académica de Artes de la Universidad Veracruzana (UV).
         Además de la referencia mencionada, Apango asegura que los tiempos que corren son, si no melancólicos, si poco optimistas, por lo que esta realidad también tiene cierto grado de representación en la serie.
         “Los artistas, las personas que se expresan de alguna manera siempre van a tratar de generar un discurso (ya sea visual, sonoro o escénico) que tenga que ver con su realidad y entonces las obras pueden funcionar como metáforas artísticas de esa realidad”, explicó.
         El también académico de los Talleres Libres de Artes de la UV en Coatepec, Apango explicó que Burton atribuye a la bilis negra –uno de los cuatro fluidos que en la Edad Media se creía, integraban el cuerpo humano junto con el fluido sanguíneo, el flemático y la bilis amarilla- la generación de la melancolía.
         “Y el propio Burton detalla que el procedimiento para curarla, sería muy similar a lo que hoy conocemos como medicina alternativa, con descansos, aromaterapia, lecturas, visitas a ciertos lugares para buscar el equilibrio ya mencionado”, aseguró Apango.
         A cerca de las técnicas utilizadas para la creación de las piezas, Apango explicó que, como la mayoría de sus obras, éstas fueron delineadas en lápiz y papel luego bocetadas en Photoshop, y una vez con ideas más concretas y articuladas lo llevó a una plataforma plástica tradicional con elementos y técnicas tradicionales.
         “Ya en la plataforma plástica uso un dibujo de tipo renacentista (utilizando líneas muy pequeñas entrecruzadas, lo que le da volumen a las formas) y una vez terminado el dibujo les pongo color encima, en una suerte de tendencia iconoclasta. En todo el proceso de las imágenes utiliza grafito, carbón, yeso, pigmentos y una resina llamada almáciga”, dijo.
         Sobre la preferencia de las técnicas tradicionales sobre lo digital para las piezas finales, Apango sostuvo que las características que tiene lo plástico no son las mismas que lo digital, “la impresión aún no pueden reflejar fielmente las capas de pintura, las resinas que se ponen al final, las transparencias y la apreciación distinta que da la distancia. En mi caso las técnicas tradicionales potencian el juego que se hace en la plataforma digital”.
         Hernández Apango aseguró que su faceta como académico ha complementado su proceso creativo, “la docencia me ayudó a organizar y poner en claro mi método para trabajar mis obras, entonces mi primera impresión fue que eran dos actividades que se complementaban muy bien y además me parece que se potencias entre sí, porque al explicar técnicas y procedimientos, uno toma una conciencia muy clara de lo que sabe y puede aplicarlo con mucha más fluidez y confianza”.
        
  Anatomía de la melancolía se inaugura el jueves 12 de enero a las 12:00 horas y permanecerá en la Galería de la Dirección del Área Académica de Artes de la UV (primer piso del edificio A de Rectoría) hasta el 2 de marzo próximo.

Pieza de Anatomía de la melancolía

Carlos Apango